¿Qué es la verdad?
La verdad es la coincidencia entre una afirmación y los hechos, o la
realidad a la que dicha afirmación se refiere. El término se usa en un
sentido técnico en diversos campos como la filosofía, la lógica, las
matemáticas y la ciencia.
La verdad no tiene una única definición en la que estén de acuerdo la
mayoría de los estudiosos y las teorías sobre ella continúan siendo
ampliamente debatidas. Hay posiciones diferentes acerca de cuestiones
como:
¿Qué es lo que constituye la verdad?
¿Con qué criterio podemos identificarla y definirla?
Si el ser humano posee conocimientos innatos o solo puede
adquirirlos.
Si existen las revelaciones o la verdad puede alcanzarse tan solo
mediante la experiencia, el entendimiento y la razón.
Si la verdad es subjetiva u objetiva.
Si la verdad es relativa o absoluta.
Y hasta qué grado pueden afirmarse cada una de dichas propiedades.
Las preguntas sobre la verdad son y han sido objeto de debate entre
teólogos, filósofos y lógicos a lo largo de los siglos considerándose un
tema concerniente al alma y al estudio de una llamada psicología racional
dentro del campo de la filosofía.
Nietzsche decía que no existe una verdad, si no una pluralidad de
perspectivas sobre las cosas, pero esa verdad relativa e individual no es la
que busco en la obra.
En la actualidad es un tema de investigación científica así como de
fundamentación filosófica.
Incluso existen las tablas de la verdad, que son un diagrama que permite
determinar claramente cuando una proposición compuesta es verdadera,
falsa o variada.
En mi obra pretendo desestimar aquellas verdades que fueran subjetivas, y
o relativas ya que por definición no se pueden considerar verdades
globales, y centrarme en la medida de lo posible en una verdad absoluta,
objetiva e irrefutable.
¿Existen verdades irrefutables?
Para ello sólo puedo buscar una verdad que afecte al individuo como ser,
no a su entorno o circunstancias que lo rodean, ni a sus leyes físicas, o
metafísicas.
LA VERDAD UNIVERSAL DEL INDIVIDUO
¿Cuales serian las verdades que identifican al ser humano como individuo
o sociedad?
Unas preguntas trascendentales a tener en cuenta para buscar la verdad o
las verdades del individuo serían:
¿Cual es la razón de la existencia?
¿Cual es el propósito del ser humano?
¿Su objetivo?
Los individuos formamos parte de una sociedad, y nos es de vital
importancia ser aceptados por ella, hasta el punto de que estamos
dispuestos a mentir con tal de ser aceptados socialmente.
¿Podría ser una única verdad que todo es mentira?
Una posible verdad es que nuestra vida terrenal es finita, por lo menos en
nuestra dimensión o plano actual.
Si nuestra vida es finita, ¿Cual es nuestra función en este periodo de
tiempo?
Vamos a analizar esta reflexión desde una perspectiva biológica.
¿Cual es nuestra verdad biológica?
Al igual que todo ser vivo sin excepción en nuestro planeta, la adaptación
para la supervivencia de la especie, a través de la repetición de
especímenes.
Por lo tanto, hay una primera verdad contrastada, y es, que la función
social del ser humano a nivel biológico es su reproducción.
La verdad es auténtica, lógica, natural, fresca, humilde, neutral.
Para mi un animal que representa la verdad es el caballo, por su nobleza,
fortaleza y honestidad, por ello aparece en la obra, como la verdad.
El caballo, es decir la verdad, aparece con un pene erecto para mostrar la
verdad social del individuo.
Perpetuar la especie, tener sexo, copular.
“Una erección es una verdadera muestra de sinceridad.”
La erección es el sentimiento mas real, sincero y verdadero del hombre
porque se produce con sangre bombeada directamente desde el corazón.
La naturaleza (Tomada como la directora y artífice de lo que acontece en
nuestro planeta, y de sobra demostrada su sabiduría con la rotundidad que
otorga el ensayo y el error desde sus lejanos inicios hasta la actualidad)
busca la combinación de los más adaptados al medio.
Ser el más útil , fuerte, para ser elegido.
Esto que antaño era una verdad demostrable mediante las evidencias hoy
en día se convierte en una falacia.
¡No puedo hablar de la verdad sin tener presente la mentira!
Hoy en día, para ser mejor que los demás aparentamos tener dinero, poder,
belleza, talentos.
Todos mentimos, no decimos la verdad.
La propia ropa es una mentira, según una persona viste opinamos sobre
ella, nos está mintiendo pues, ya que sin ropa somos todos iguales.
Valoramos, juzgamos o aceptamos según el coche, la casa, el trabajo, la
ropa, aunque dichos abalorios disfracen a un ladrón,asesino, o maltratador.
Relaciones sociales basadas en el estatus, la búsqueda de la proyección
publica de una imagen que no se corresponde con la realidad.
Los medios externos influyen en nuestros pensamientos internos, nos
arrastran a comportamientos muy alejados de los que nuestro origen y
diseño nos marca, por lo tanto nos hacen vivir alejados de la verdad y la
felicidad.
La felicidad no se encuentra donde nuestra sociedad la está buscando.
Hemos analizado la verdad del ser humano como componente de un
colectivo, pero ¿Podría existir una verdad concreta y diferente para cada
individuo? ¿Y que fuese compatible con el concepto de verdad absoluta y
objetiva que estamos describiendo?
¡Sí!
Hablaríamos del propósito individual de cada ser, su razón de existir
después de cumplir su función social.
Ikigai (生き甲斐 ) es un concepto japones que no tiene una traducción
literal, pero puede definirse como «la razón de vivir» o «la razón de ser»,
lo que hace que la vida valga la pena ser vivida. Todo el mundo, de
acuerdo con la cultura japonesa, tiene un ikigai. Encontrarlo requiere de
una búsqueda interior, profunda y a menudo prolongada. Esta búsqueda se
considera de mucha importancia, ya que se cree que el descubrimiento del
propio ikigai trae sentido de la vida, y a su vez un motivo de satisfacción
con la vida.
El ikigai se puede representar gráficamente como un diagrama de Venn
con cuatro elementos: lo que a una persona le gusta, lo que una persona
sabe hacer bien, lo que el mundo necesita y aquello por lo que se puede
recibir una recompensa. Cuando estos cuatro elementos se superponen, esa
persona habría encontrado su ikigai.
En la cultura de Okinawa, el ikigai se concibe como «una razón para
levantarse por la mañana»; es decir, una razón para disfrutar de la vida. En
un estudio realizado en colaboración entre National Geographic y el
National Institute on Aging para analizar los secretos de la longevidad en
lugares con alta esperanza de vida, Dan Buettner sugirió que el ikigai era
una de las razones por las que la gente de Okinawa tenía una alta
longevidad media.
Por lo tanto el Ikigai es una Verdad necesaria para el ser humano.
Las palabras en japones Ikigai aparecen en la obra en la parte superior
izquierda.
Sin Ikigai la vida diaria es una falacia.
Entonces ¿La verdad para el individuo puede ser cualquiera, y no por ello
ser discutida por los demás? Sí, salvo que afecte a los intereses comunes.
LA VERDAD ENTENDIDA COMO UN OBJETIVO, O PROPÓSITO
QUE REAFIRMA AL INDIVIDUO COMO TAL Y CONSOLIDA Y
ESTRUCTURA AL GRUPO.
ES SU RAZÓN DE EXISTIR.
POR EL CONTRARIO,
LA MENTIRA, ENTENDIDA COMO EL DESPROPÓSITO
SISTEMÁTICO QUE ALEJA AL INDIVIDUO DE SU INTEGRIDAD
COMO SER HUMANO, Y COMPONENTE ESTRUCTURAL DE UN
GRUPO.
El individuo ha de potenciar la autoestima, la autoprotección, cuidarse, y la
protección y ayuda a los demás.
Ha de amar, ser amado, y vivir en compañía.
Ser reconocido por el grupo.
Pero para que un grupo fluya con armonía debe haber otra verdad
necesaria, sin la cual no se puede sostener una sociedad, y esta verdad es la
justicia.
Una sociedad está compuesta por derechos y obligaciones, estos derechos
han de ser respetados.
La defensa de los derechos ha de ser implacable, para preservar la
seguridad y bien estar del individuo.
En la obra se refleja la justicia como una verdad necesaria, con una
balanza símbolo de la justicia donde hay dos ojos mutilados, la ley del
talión, del pasaje bíblico «Ojo por ojo, diente por diente, pie por pie».
La justicia social es una verdad necesaria, donde han de existir las penas
idénticas.
La verdad ha de ser trasparente, por ello hay zonas del caballo por las que
se ve a través de él.
La verdad es admirada y exigida pero a la vez es despiadada y dolorosa,
por ello hay una figura alargada que a la vez que levanta los brazos
admirándola, también intenta ahogarla y hacerla callar.
La verdad no tiene piedad(No la necesita)El caballo en la obra, aplasta y
pisa a la mentira en forma de figuras, que agonizan bajo sus patas.
El tiempo es fundamental en la verdad, el tiempo pone las cosas en su
sitio,esclarece y pone en evidencia a la mentira frente a la verdad.
Es por ello que aparece una secuencialidad de movimiento en la cabeza del
caballo.
El tiempo salvando a la verdad de la mentira.
¡Porque la verdad aflora al evidenciarse la mentira!
La cabeza del caballo es un ojo, ya que una de las cosas que la verdad
tiene es que es valiente, mira de frente, a los ojos, sin miedo, su mirada es
directa, con luz, limpia.
¿Por qué si las verdades son estas no las cumplimos como tal a raja tabla?
Por culpa de la deformación evolutiva, y las influencias externas, que nos
hacen modificar nuestras verdades.
La verdad no se encuentra donde la buscamos.
El hombre tiene 40.000 años y su mente reptiliana (Comportamiento
básico animal)le marca unas pautas, que no corresponden con la vida
actual.
El ser humano como he dicho antes, atendiendo a sus instintos primarios,
ha de potenciar la autoestima, la autoprotección, cuidarse, y la protección y
ayuda a los demás.
Ha de amar, ser amado, y vivir en compañía.
Ser reconocido por el grupo, por su utilidad.
Antaño algunos de estos instintos primarios eran el conseguir la leña para
hacer fuego y calentarse, la caza para conseguir comida y alimentar al
grupo, o el sexo para la reproducción, estas necesidades básicas eran
desempeñadas igual por hombres que por mujeres y constituían una verdad
necesaria y funcional que influía en el bienestar físico y psíquico del
individuo, bienestar del que hoy en día carecemos, suplantados por falacias
como la autodestrucción a través de sustancias tóxicas como el alcohol y
las drogas, las alteraciones de personalidad y autoestima provocadas por
los medios y redes sociales y por los sistemas económicos vigentes que
anteponen el dinero, el poder y el éxito a otros valores mas acordes con
nuestras verdades como humanos.
No es mi propósito, ni mucho menos mi intención, trasmitir una visión
pesimista del futuro de la humanidad, pero traicionar a las verdades de su
creación y su razón de existir, aunque los motivos sean necesarios por la
evolución de la especie, probablemente convierta en una mentira la
existencia de la misma.
Por lo tanto, si la especie humana es una mentira, es una verdad que
acabará extinguiéndose sin remedio.
Tachi