¿Qué puede pasar cuando dos hombres millonarios y poderosos, que entienden los medios de comunicación a la perfección, se unen para gobernar el país más poderoso del planeta? Nunca en la historia de la humanidad se había dado un fenómeno similar al que acontece en este momento. Que una sola persona disponga de tanto poder, como es el caso de Donald Trump, y que una sola persona disponga de tanto dinero como Elon Musk. El presidente de EEUU Donald Trump, cuenta con un partido republicano que ha cerrado filas en torno a su figura y que dispone de mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, lo que configura lo que los estadounidenses denominan como un gobierno unificado. Esto significa que las cosas empiezan a funcionar al estilo de los sistemas parlamentarios unicamerales, donde una mayoría toma el control del Congreso y del gobierno, actuando como un todo unificado que puede hacer prácticamente lo que quiere. Además, por si fuera poco, La Corte Suprema de Justicia, que encabeza el tercer poder independiente del Estado, cuenta en estos momentos con una mayoría de seis jueces conservadores (tres de ellos nombrados por Trump durante su primer mandato) frente a tres jueces liberales, lo que aumenta la probabilidad de que las iniciativas del gobierno reciban luz verde por parte del máximo tribunal. Respecto a la economía, se dio el mejor balance para una primera semana presidencial desde que Ronald Reagan inició su segundo mandato en 1985. Aunque el discurso presidencial de ambos candidatos ha llegado en un momento muy distinto para los mercados, con Reagan heredando uno de los mercados más baratos de la historia, y Trump uno de los más caros, ambos lograron una primera semana bursátil de subidas. El nuevo presidente republicano lo ha logrado con un mensaje más suave de lo que prometía en la campaña electoral en el frente de los aranceles, rebajando el tono frente a China, una postura inicial que ha gustado a los inversores. Por otro lado, a sus 53 años, la historia de Musk aún no ha terminado. Sin embargo, con su trayectoria de innovación incansable y dominio de la industria, Musk se ha consolidado firmemente como el mayor emprendedor de todos los tiempos, y su viaje está lejos de terminar. Hasta hace poco la cuota de Rockefeller del 1,5% del PIB de Estados Unidos,era el parámetro de referencia para la riqueza empresarial. Hoy, Elon Musk ha superado este hito. Con un patrimonio neto estimado de 437.000 millones de dólares, lo que representa el 1,6% del PIB de Estados Unidos, Musk ostenta ahora el título de empresario más rico de la historia moderna. X propiedad de Musk no es cualquier medio de comunicación. Es uno de los más importantes del mundo, es la red social que mayor incidencia tiene en los medios de comunicación tradicionales de noticias, porque los periodistas acuden a ella como fuente de información inmediata para obtener declaraciones directas de figuras públicas, organizaciones y testigos. Estos datos pueden explicar por qué las publicaciones de Trump y Musk son replicadas miles de veces al día por medios de comunicación de todo el mundo, muchas veces en las portadas. Desde que Musk es dueño de X, la plataforma ha cambiado en sus algoritmos. Hasta ahora parecía haber mantenido los principios de libertad de expresión a partir de los cuales fue creada. Sin embargo, con su auge crecieron también fenómenos como la polarización y la desinformación, escenarios en los que Donald Trump se mueve como pez en el agua. ¿Por qué X es tan importante para Trump y por lo tanto su relación tan vistosa con Musk? La relevancia para movilizar sentimientos en la opinión pública digital ha sido y sigue siendo innegable, sobre todo en el sector de los jóvenes. Ya en las elecciones de 2016, estudios académicos demostraron que Twitter se convirtió en el principal canal de comunicación tanto para Donald Trump como para Hillary Clinton. En la obra se da una curiosa trilogía, que narra la realidad inicial del panorama social, político y económico mundial del momento, donde los intereses individuales estudian la posibilidad de establecer relaciones comunes. Donald Trump ha sido apoyado en su campaña política tanto socialmente y sobre todo económicamente por Elon Musk, siendo beneficiado a través de las redes sociales, campo que domina Elon Musk a la perfección, dejaré de lado las criticas que existen sobre la veracidad o manipulación de las opiniones que en estas se generan. Ya sabemos el porque del acercamiento de Donald Trump a Elon Musk. Pero en que beneficia a Elón Musk el apoyo a Donald Trump? En un momento crucial para las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, Elon Musk se encuentra en una posición particularmente delicada. El multimillonario empresario, reconocido por su apoyo público a Donald Trump, depende significativamente del mercado chino para mantener el éxito de Tesla, su empresa insignia de vehículos eléctricos. La empresa más reconocida de Musk produce la mitad de sus vehículos eléctricos en China, donde también se enfrenta a una competencia local cada vez más robusta, la compañía vende más automóviles en el país asiático que en cualquier otro lugar, con excepción de EE.UU., pero se enfrenta desafíos regulatorios. ¿Donald Trump podría perjudicar las negociaciones de Elon Musk con China? La construcción de la nueva planta de baterías de 200 millones de dólares en Shanghái, destinada a producir aproximadamente 10.000 Mega packs anuales, demostró el compromiso continuo de Musk con el mercado asiático. Esta inversión coincide estratégicamente con las prioridades económicas de Xi Jimping, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China, en el sector de energías renovables. Los beneficios que Tesla ha recibido en China son notables: una tasa impositiva corporativa preferencial del 15% entre 2019 y 2023, préstamos por 521 millones de dólares de bancos estatales chinos con tasas favorables, y el privilegio único de ser la primera automotriz extranjera autorizada para operar sin un socio local. Sin embargo, la compañía enfrenta desafíos significativos en el mercado chino. Los reguladores aún no han autorizado el sistema de conducción autónoma completa de Tesla, mientras permiten que competidores locales avancen con tecnologías similares. Además, la intensa competencia de fabricantes chinos de vehículos eléctricos ha erosionado la participación de mercado de la empresa de Musk. China podría ponerle limitaciones a Elon Musk, lo que podría suponer complicaciones en el desarrollo local afectando a nivel global el crecimiento y expansión de sus empresas. Las otras empresas del millonario sudafricano, que incluyen sus negocios de energía solar y almacenamiento de baterías, compiten directamente con corporaciones chinas que reciben importante respaldo estatal. El sistema bancario chino aumentó significativamente sus créditos a la industria, lo que alcanzó 670 mil millones de dólares en el 2023, en comparación con 83 mil millones en 2019. Sin embargo, Beijing podría ver en Musk un potencial mediador. Cuando los líderes chinos necesiten transmitir un mensaje importante al presidente Trump, Elon Musk sería el conducto ideal. La gigantesca planta de Tesla en Shanghái, que produce aproximadamente la mitad de los vehículos de la compañía a nivel mundial, representa una inversión estratégica fundamental para Musk. Esta instalación no solo abastece al mercado local chino, sino que también sirve como centro de exportación crucial para Europa. Las cifras revelan la profundidad de esta interdependencia: China representa el segundo mercado más importante para la compañía de automóviles eléctricos después de EE.UU. Sin embargo, esta relación comercial podría verse amenazada por las promesas de Trump de implementar aranceles del 60% sobre las importaciones del país asiático, una medida que podría desencadenar represalias por parte de Beijing. Elon Musk y la necesidad de China para la diversificación de negocios en EE.UU. La posición de Musk es extremadamente delicada, con más del 40% de las entregas provenientes del mercado chino, Tesla podría quedar atrapada en el fuego cruzado de una guerra comercial renovada entre EE.UU. y China. La administración Biden inició procesos para restringir la importación de vehículos chinos conectados a redes digitales por motivos de seguridad nacional. Si estas medidas continúan bajo la administración Trump, podrían provocar represalias que afecten directamente a Tesla en China. La relación de Musk con China es, por lo tanto, un equilibrio delicado. Mientras que su presencia en el país asiático ha sido vital para el crecimiento de Tesla, las políticas proteccionistas de Trump podrían impactar negativamente este vínculo. Por el recinto de Diaoyutai, construido en un jardín imperial de la dinastía Qing, han pasado nombres como Richard Nixon, Margaret Thatcher, Boris Yeltsin y Vladimir Putin. El año pasado, sin embargo, quien fue recibido por Li Qiang, primer ministro de China, fue Elon Musk. El empresario fue elogiado por los líderes del Partido, por la prensa oficial y por sus fans en las redes sociales chinas. Musk era todo sonrisas y buenas palabras hacia China. No era ninguna novedad: en los últimos años, el millonario ha felicitado el Partido Comunista de China por su centenario, ha elogiado el modelo de desarrollo del país y ha dicho que Taiwán debería seguir el modelo de Hong Kong e integrarse de facto en China. Le Qiang y Elon Musk son viejos conocidos. Cuando era secretario del Partido Comunista en Shanghái, él fue quien atrajo Tesla de Musk para construir una mega fábrica en Shanghái ofreciéndole condiciones extremadamente favorables y subsidios del gobierno, como hemos mencionado, Tesla produce más de la mitad de sus automóviles en China. La apertura de la mega fábrica en el 2019, en un momento de tensiones entre Estados Unidos y China, fue un punto muy positivo en el currículo de Li Qiang. Pocos años después sería nombrado mano derecha de Xi Jinping y primer ministro. El gran interrogante es cómo se conjugará la relación de Elon Musk con el garrote de aranceles contra Pekín que prepara Donald Trump. Es decir aquí radica la síntesis de la obra, la situación triangular que se da entre Elón Musk, Donald Trump y China. Dicha relación es delicada y tensa, por ello en la obra se describe a tres personajes en una actitud desafiante, empoderada, pero a la vez, temerosa de las posibles intransigencias, ya que lo que caracteriza a los tres, es la fidelidad para con sus propósitos. China aparece como un dragón rojo, símbolo de la fortuna y la prosperidad. Rodea con sigilo las zonas más vulnerables a modo de abrazo, pero también para en caso de necesidad estrangular sin piedad a sus amigos u oponentes según sus decisiones. Ambos apuestan por las criptomonedas, economía basada en la libre y trasparente administración, bajo previo acuerdo de los inversores. Es decir economías no sujetas a cambios impredecibles o mejor dicho incontrolables por los participantes de la inversión debidos a por ejemplo las guerras no controladas, o los cambios que se producen en las subidas o bajadas del petróleo que afectan a los capitales de mercado, etc. Las criptomonedas son monedas virtuales, sin equivalente físico, que usan criptografía para asegurar las transacciones y pagos y para controlar la creación de nuevas unidades monetarias. En definitiva las criptomonedas ejemplificarán en un futuro la independencia y el control económico de los nuevos magnates. Es necesario aclarar que en estos momentos el mercado de las criptos es todavía muy volátil, y todavía en este momento no recibe el apoyo y la garantía de una economía estable, sobre todo por la acción oportunista de criptos sin respaldo que se lanzan a modo de estafas piramidales. Pero es sin duda una cuestión de tiempo su asentamiento y solidez en las negociaciones económicas mundiales del futuro. Destacar que las criptomonedas son el emblema de la tecnología y el libre mercado de los magnates occidentales. Bitcoin y Dogecoin son las criptomonedas que aparecen en la obra, las sujeta el dragón, es decir China, ya que a diferencia de la volatilidad de occidente, China al tratarse de un gobierno estable y afianzado, donde la presión social está muy controlada por el sistema de gobierno , es menos sensible a la cesión de los derechos individuales en beneficio de un bien común y en bloque como institución. Por ello tal vez, sea China la que en estos momentos de incertidumbre y posibles cambios, se afiance en la lucha por el poder económico mundial. Símbolo de esta fuerza y poder es la moneda que lleva el dragón en su cuerpo. Esta moneda es el Ying Yuan, descubierta en el año 2021 , antes de este descubrimiento, se creía que la moneda mas antigua de la humanidad era el León de Lidia con unos 2600 años de antigüedad, sin embargo el Ying Yuan chino se considera anterior, convirtiéndose quizás en la moneda más antigua de la historia. Una vez más China demuestra su hegemonía en el pasado y probablemente en un futuro no muy lejano. La obra se convierte en la imagen simbólica de un escenario histórico, cuyo incierto desenlace marcará los próximos acontecimientos político, económico y social a nivel mundial.
